Siempre he tenido una especial sensibilidad hacia las mujeres embarazadas.

No me preguntes por qué. Me parece que desprenden una luz especial, un cierto brillo.
Me despiertan una ternura y un maternalismo que me dan ganas de acercarme a hablarles…¡y a veces lo hago! Que muchas pensarán, “quién es la loca ésta que no conozco de nada”… Pero ese brillo que veis en mis ojos es real, y me contagio de la ilusión de la dulce espera, de recibir una nueva vida. Esa hembra exultante de hormonas, con sus pechos enormes preparándose para lo que viene y su barriga creciendo cada día.

¡¡Y me dan ganas de contarles todo lo que les viene!! …porque señores, ¡no lo sabemos!

Nos lían, nos confunden, nadie nos cuenta muchos de los momentos que nos van a desbordar ¡en tan solo unos meses!
Que vas a dejar de ser la TÚ que eras para dejarte devorar por el rol de madre…y que te vas a ver con un bebé pequeñito en brazos, con unas tetas gigantes que no sabes utilizar y con un montón de ruido alrededor diciéndote lo que te conviene, que no te compliques la vida, que con biberón se crían igual.

Pero ¿sabes qué te digo? Que la decisión es tuya y solo tuya.

Vendrán obstáculos, miedos, inseguridades….pero podrás saltarlos si así lo deseas. Vendrán días malos, te sentirás sola y en muchas ocasiones que no puedes más. Porque Sí, CRIAR NO ES FÁCIL. Pero comenzarás a descubrir una de las más maravillosas etapas de tu vida, con ese pequeño pegado a tu alma para siempre jamás.

Si volviera a estar embarazada, me recomendaría a mí misma prepararme mucho más: leer todo lo posible, buscar todos los apoyos del mundo para hacer de esos comienzos tan importantes y decisorios, los más fáciles posible. Para saber QUÉ COSAS tengo que hacer para comenzar bien mi lactancia, y QUÉ COSAS NO tengo que hacer para no complicarla más.

Si estás embarazada es el mejor momento de prepararte y buscar ayuda profesional especializada. No lo dudes.
.¡¡Y no te olvides de disfrutar!!